Los sindicatos ante el riesgo y temerosos de que la huelga sea un rotundo fracaso, quieren casi paralizar por completo los transportes públicos, de esta forma los trabajadores que no quieran secundar la huelga se verian abocados a no poder acudir a sus centros de trabajo.
Ahora la culpa de la crisis según Zapatero es, en buena parte, herencia del franquismo, bajo el cual se instauró una mentalidad que equiparaba la empresa con una gran familia de la que, claro está, no era cuestión echar a nadie. Naturalmente, y dado que los bastiones del sindicalismo están entre los aristócratas del empleo, UGT y CCOO se han mostrado siempre contrarios a desmontar esta estructura dual. La reforma laboral iba en esa dirección, pero se ha quedado a medio camino. Ideológica y electoralmente, el PSOE de Zapatero sigue creyendo en esa herencia de la dictadura, por más vehemente que sea su promoción de la histeria histórica.
2 comentarios:
Lo que quieren realmente es paralizar por completo el pais y sumirlo en el caos para que parezca que su huelga tuvo seguimiento , veamos si los cuerpos policiales lo permiten , saludos
Si esta huelga general fuese un fracaso, el gobierno tendrá la via libre para hacer el ajuste que esta planeando.
Los derechos sociales y laborales que se perderán tardaran muchos años en recuperarse.
Por supuesto, el PP ganará las elecciones y el futuro gobierno no tendra que poner ninguna ley nefasta, solo tendra que sostener las que haya en vigencia.
O sea, una vez más, la izquierda la hará el trabajo sucio a la derecha.
Ya sucedio con Felipe Gonzalez.
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