
El 16 de Abril de 1995 era asesinado en Pakistán Iqbal Masih, un niño de 12 años, por luchar contra la esclavitud infantil. Él es responsable de que estos días cientos de niños y adultos salgan a las calles a denunciar la situación de 400 millones de niños esclavos. La esclavitud infantil es un negocio hecho con la sangre de niños, negocio que nos salpica en la cara a todos los que consentimos en silencio.
Walt Disney, el gigante del entretenimiento, es la punta de iceberg de la hipocresía de nuestro mundo. En estos días asistimos a una protesta ejemplar de los trabajadores de Disney en USA. Esta protesta no-violenta consiste en una multitud de actos de denuncia (con la participación de padres e hijos) del acoso laboral que sufren los trabajadores, especialmente los que reciben un menor salario, a los que se planea dejar sin cobertura sanitaria, con las consecuencias que tal acción traería para sus hijos, algunos de ellos gravemente enfermos y que tendrían que dejar de recibir la atención que necesitan.
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